Quiénes somos

Somos una pequeña familia de amigos. Hombres y mujeres que nos conocemos desde hace muchos años, y unidos por la inquietud que sigue siendo la de descubrir las perlas que hay en cada persona, en un libro, en una película, en cada instante de la vida.
Pero lo bueno en todo no lo buscamos solo en lo que percibimos con los sentidos, apreciamos que hay verdades más allá de los pensamientos y creencias.
Consideramos que la sociedad necesita cambiar. Y tal cambio proviene del crecimiento interior, este como un viaje sencillo pero profundo, inevitable es vivir el alma.
Este crecimiento lo hemos trabajado desde el inicio de nuestros pasos como voluntarios en esta asociación sin ánimo de lucro, creando y compartiendo multitud de actividades en el ámbito social, con el propósito de que las personas abramos los ojos a lo positivo que anida en el interior.
En nuestro camino como IICyP encontramos personas que son genuinas, pues se han dedicado a vivir el altruismo hacia una sociedad mejor. Y esta parte de la vida es lo que consideramos crecer internamente: cuando lo que haces es también para los demás.
Nos acompaña en nuestro linaje la reflexión y la investigación. Atendiendo a mensajes y personajes históricos, unos conocidos y otros tan silenciosos que no han destacado, pero ello no ha impedido que relaten lo que llamamos nuevas formas para la sociedad, y estas nuevas formas son parte de la innovación que nos identifica como personas que estamos en la sociedad, pero aprendemos a no dejarnos llevar por lo que ella promulga.
Muchas veces estudiamos documentación que habla de un pasado de la humanidad que básicamente es desconocido, y lo consideramos muy útil para ser investigado y reflexionado, porque lo consideramos el verdadero legado del que aprender para la sociedad del mañana.

Cultivarse y sembrar es el modo de un futuro de paz.


Nos parece que la vida esconde una magia que es inherente al ser humano, y desde la alegría de compartir, tratamos de descubrir juntos lo que pensamos en el corazón, que quizás ha pasado desapercibido a la mirada que busca respuestas que no encuentra, por no hacerse las preguntas adecuadas...

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