Nuevas formas de esclavitud
Desde hace años por diferentes foros se denuncia esta
situación actual, que se ha ido fraguando desde
los diversos centros de poder económico.
En este pequeño artículo, vamos a tratar de desentrañar hacia dónde nos quieren llevar los poderes económicos en la sombra a toda la humanidad, qué métodos utilizan y cómo nos manejan a través de los medios de comunicación, (véase "La Ventana de Oberton") de las nuevas tecnologías, de los diferentes gobiernos -sean del signo que sean- y de los bancos, controlando a través de dichos medios y del capital a toda la humanidad.
Esta es la nueva esclavitud, que nos pasa desapercibida al estar inmersos en el cotidiano vivir, ocupándonos de pagar la hipoteca, el coche, la energía que consumimos, la alimentación para vivir o sobrevivir y un largo etc., en resumen, esclavitud a través del dinero.
Con la excusa de la guerra de Ucrania han aprovechado la ocasión, primero subiendo los precios del petróleo, luego los precios de la energía eléctrica, el gas, la exagerada subida de los precios en la alimentación y, por último, la subida del precio del dinero aumentando el tipo de interés.
El Banco Mundial, el Banco Central Europeo y los Bancos Centrales de cada país, han provocado que la banca privada aumente los intereses de los prestamos, sobre todo los hipotecarios y, como consecuencia, los bancos, compañías eléctricas y de gas, las petroleras y los grandes intermediarios y multinacionales de la alimentación están recibiendo beneficios desorbitados. De este modo, entre unas trescientas familias, controlan al resto de los seres humanos.
Todo esto que se le está viniendo encima a la humanidad no es casual. Desde hace años por diferentes foros se denuncia esta situación actual, que se ha ido fraguando desde los diversos centros de poder económico. Se nos hizo creer en los años 70 que el mercado se auto regulaba (gran falacia), para imponer de lleno la Globalización. “Tendríamos que cambiar el concepto de Globalización, por el de Planetización”. Eudald Carbonell, de su libro “El porvenir de la humanidad”.
La llamada Globalización nos ha traído el desmembramiento de la riqueza acumulada de las Naciones (dígase empresas públicas), el desmembramiento también de las Cajas de Ahorros, mal vendidas a la banca privada, y un largo etc… aduciendo ciertos partidos políticos “el milagro económico de España” cuando, en realidad, no hubo tal milagro sino la venta del patrimonio nacional de empresas públicas, cuyo montante iba a los Presupuestos Generales del Estado, año tras año, pudiendo así invertir en autovías, Ave, cinturón de Madrid, ciudades de Justicia, y un etcétera de gasto público.
Puede ser verdad que se avanzó mucho en algún sentido, pero a costa del desmembramiento de la riqueza nacional, acumulada año tras año, mal vendida a los amigotes de siempre y que hoy forman parte del IBEX 35 en Bolsa, situando al frente a sus serviles e incondicionales afines y, al mismo tiempo, propiciando la corrupción como se ha demostrado estos últimos años, no importa el partido político que sea.
La repercusión es evidente, pues pone a los diversos gobiernos de las naciones en manos del “sistema financiero”, sin capacidad para decidir sobre el control de la economía nacional y obligando a que todos tengamos que atenernos a las directrices del Banco Mundial y a las directrices que se nos imponen económicamente desde Bruselas.
¿La brecha entre ricos y pobres cada vez es más amplia? Los ricos cada vez son más ricos y los pobres cada vez más pobres; la clase media se está empobreciendo cada vez más y su tendencia previsible es desaparecer. Parece que quieren hacer desaparecer la sociedad del bienestar, desmontando la Sanidad Pública y la Enseñanza Pública, y que todo recaiga en manos privadas, que seamos reos y esclavos del sistema financiero y, a causa de la globalización, vivir consecuencias previsibles e imprevisibles en la sociedad.
Se puede decir, entonces, que estamos en manos de malandrines sin corazón, egoístas con una inmensa avaricia, cuyo único fin es esclavizar a las personas tratando de frenar el avance de la humanidad hacia valores reales de convivencia, impidiendo la búsqueda de la felicidad interna que libera al ser humano de sus ataduras materialistas haciéndolo más generoso, bondadoso, amoroso. En definitiva, más humano y compasivo, caminando al ritmo de la Madre Naturaleza, haciéndose partícipe de sus energías creadoras y de su natural avance hacia horizontes de evolución.
“El compromiso de cada ser es una misión que se halla ingénita en lo más profundo de los individuos”. José Tarrazó Durá.