Necesitamos un hombre nuevo

En estos tiempos que corren y que le ha tocado vivir a esta doliente humanidad, y los cambios tan importantes que se avecinan como necesarios, tanto a nivel planetario como de valores de convivencia, nos debemos a la creación de un ser humano nuevo, que rompa con las estructuras cristalizadas que sostienen esta sociedad de consumo, tan inhumana, injusta e insolidaria.

Necesitamos crear un ser humano nuevo, con otro nivel de conciencia, conectado con las fuerzas de la naturaleza, pues el ser humano es uno con todo y lo único que nos separa de la Madre Naturaleza es nuestra mente, creyéndonos seres superiores y separados de la misma, cuando en el corazón es evidente que formamos parte integrante y axial.


"Las personas tienen miedo de los cambios, yo tengo miedo de que las cosas nunca cambien”. (Chico Buarque)

Esta humanidad necesita cambios que hagan distribuir la riqueza planetaria que es de todos, de una forma más equitativa. Sobra riqueza en todo el planeta para vivir toda la humanidad mejor, sin bolsas de pobreza y sin guerras fratricidas que son creadas por intereses muy concretos para incrementar el sufrimiento de las personas, y acaparar la riqueza y el poder en pocas manos. Estamos asistiendo a una nueva forma de esclavitud, siendo controlados, mediante el dinero, el mercado laboral, las nuevas tecnologías, el consumismo y un largo etc.

El nuevo hombre que acuciantemente necesita el planeta y la humanidad debería tener unas características psicológicas muy diferentes a las del hombre actual. Entendemos que debería de ser más solidario, compasivo y pensar menos en la cabeza y más en el corazón y esto no tiene nada que ver con la emocionalidad y con la sensiblería, tiene que ver con el aplomo, la sensatez y el sentimiento de unidad con todos los seres humanos, con la Madre Naturaleza y con el Universo. 


La tierra proporciona lo suficiente para satisfacer las necesidades de cada hombre, pero no la codicia de cada hombre”. (Gandhi)

Este ser humano nuevo y que se intuye está en ciernes, podemos comenzar ya a proyectarlo, creyéndonos que podemos ser este perfil de ser humano, ejerciendo las buenas prácticas de convivencia, con unas “correctas relaciones humanas” y un sentimiento humanista hacia los demás de “paz y no violencia”, haciendo a los demás lo que nos gustaría que nos hicieran a nosotros, desprendiéndonos de todo sentimiento de agresión y violencia gratuita que no nos lleva a ninguna parte, y todavía menos aprendemos de la paz con las guerras sin sentido.

Pensemos que el esfuerzo y actitud de cambio debe ser un principio individual, y la buena vibración genera empatía y forma grupos de trabajo, logrando una sociedad más humana, justa y pacífica que la que tenemos en la actualidad, por ello es preciso que comencemos a crear un hombre nuevo a partir de uno mismo.