Ecología... o respeto a la Madre Naturaleza

¿Qué cuestiones se pueden plantear para que el ser humano aprenda a vivir en armonía con la Madre Naturaleza?, en armonía con nuestro Planeta, con nuestro Universo, o sea, con toda la creación. Entendemos que uno de los problemas más reales que existen es la sensación que tiene la humanidad de vivir separados de…, cuando todo es una Unidad en la que estamos inmersos.

El ritmo frenético de esta sociedad consumista nos separa de la realidad de ese contacto íntimo con la Naturaleza. Como comentamos, esta sociedad está asentada bajo los pilares del egoísmo, el consumismo y el dinero, lo que puede significar pan para hoy y hambre para mañana, pues sus pilares básicos no se fundamentan en unos valores reales de convivencia, éticos y altruistas.

Una de las cuestiones que tenemos más a mano como herramienta es la ecología, que nos puede hacer volver la mirada hacia la Madre Naturaleza como tal, y nos serviría para ir integrándonos en la misma con otra visión de sociedad menos consumista y más respetuosa con el medio ambiente y con los demás seres humanos. Una sociedad con valores de compartir en vez de acaparar, con valores de vivir de otra manera más natural y humana, y no tan antinatural y deshumanizada como estamos viviendo ahora.

Puede ayudar el volver a valorar la vida en el medio rural, en el campo, en los pequeños pueblos, donde el contacto entre las personas es de otra forma más sencilla, sincera, humilde y humana.

La concentración en grandes ciudades tiende a deshumanizar a las personas, al individuo. Se vive en grandes bloques de apartamentos donde no se conoce ni al vecino de enfrente, nos encerramos en nuestro piso, apartamento o ático y creemos que estamos instalados en un confortable habitáculo para vivir, y entendemos que es lo contrario: nos encerramos en un habitáculo para individualizarnos, para que no nos molesten y hacer nuestra vida cada vez mas individualista, más separada.

Es cierto que existen seres humanos que, dentro de esa forma de vida, tratan de empatizar con sus convecinos y tratan de humanizar más esta forma de vivir, pero entiendo que son minorías que, poco a poco, tratan de romper la dinámica de la individualización que tanto interesa al sistema socioeconómico actual.

Así pues, interesa una sociedad individualista, egoísta y egocéntrica y una de las formas de romper esta dinámica es volver a las raíces, volver al campo, a los pequeños núcleos y poblaciones pequeñas, donde todos los vecinos se conocen y ayudan, se solidarizan con cualquier acontecimiento que ocurra al otro y se apoyan. Es otra forma de percibir la relación humana, de socializarse, pues propicia un contacto más estrecho con el otro ser humano y con la Madre Naturaleza.

Volver a esa relación, a ese contacto más humano y real que se puede propiciar allá donde vivas, allá donde estés, pero que, indudablemente, existe la Naturaleza y el contacto con la misma activa en el ser humano otra forma de vivir más amable, altruista y solidaria. En definitiva, más ecológica y en armonía también con el medio ambiente.

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