Al tiempo que el nacimiento de EFI, como primera asociación, parte del análisis y valoración de la realidad, de una serie de acontecimientos que están ocurriendo en el mundo, de la toma de conciencia de unas personas que pretenden compartir un espacio y un proyecto común, EFI se plantea, cómo concretar ese proyecto en una acción adecuada que contribuya a favorecer cambios sociales en el planeta. Parecia que estaba claro que queríamos hacer cosas, pero exactamente no sabíamos concretar qué cosas.

Tras una serie de reflexiones al respecto, llegamos a las siguientes consideraciones:

  • Descartamos constituirnos en O.N.G. (Organización no gubernamental), al ser criterio básico para constituirse en una de ellas el realizar proyectos de cooperación al desarrollo y considerar que no estaba a nuestro alcance ni técnica (personal muy especializado), ni económicamente (el desarrollo de los proyectos implica financiación que no tenemos), y valorar además, que ya existen bastantes y están haciendo muchas cosas.
  • Pasamos al análisis de qué podíamos realizar como Asociación cultural, ya que era ésta la forma en que legalmente estábamos constituidos. Concluímos que existía en Valencia (nuestro ámbito de awctuación más cercano), mucha oferta cultural de muchos tipos y con muchas actividades y muy variadas, que ya estaban al alcance de los ciudadanos, y por lo tanto, con nuestros medios, no tenía sentido entrar en competencia directa con ellas, ni mucho menos duplicarla.
  • Valorando todas estas cuestiones, solicitamos al Registro de Asociaciones de la Generalitat Valenciana, un listado de las que existían  en toda Valencia, Alicante y Castellón, lo que nos permitió obserbar que son infinidad las Asociaciones Culturales que existen, y que están metidas en ese cajón las de todo tipo, desde las fiestas de moros y cristianos hasta las de archiveros y bibliotecarios, pasando por bandas de música, excursionistas, etc,, etc., todas en el mismo registro oficial de asociaciones.
  • Y esta valoración nos llevó a darnos cuenta de que efectivamente: existen infinidad de asociaciones culturales(de todo tipo), queestas Asociaciones Culturales movilizan a un número enorme de personas, que cada Asociación está especializada en un ámbito concretode actuación y cuenta con unos recursos definidos en ese ámbito.
  • Pero lo más importante de todo, nos llevó a darnos cuenta de que no existía casi ningún tipo de vinculación, ni coordinación, ni por supuesto se había llegado a plantear un proyecto común que entre todas pudiera ser compartido y realizado.

Y a partir de todas estas reflexiones, nos planteamos se ese reto aqcometido por EFI en su origen, de compartir un espacio común para encontrarnos, respetarnos y aportar cosas a una serie de personas, puede ser aplicado también al conjunto de las Asociaciones Culturales, que ya constituidas, pueden establecer vínculos, pueden coordinarse y pueden compartir un proyecto común —cada una desde su especialidad, cada una desde sus recursos, cada una desde sus perspectivas, cada desde sus estructuras—, y por qué no, compartir un proyecto común que contribuya a lo más falta hace en el mundo: la Paz.

Ya teníamos definido en ese momento cúal podía ser nuestro espacio social en el que desenvolvernos, en el que desarrollar nuestras actividades y hacia el que dirigir nuestros objetivos.

 

cultura para la paz

De esta forma, surge el Programa de Cultura para la Paz:

  • Cultura, porque es nuestro ámbito de constitución legal y nuestro espacio social al que dirigirnos.
  • Para la Paz, porque creeemos que es lo que más vale la pena trabajar, para que haya Paz, Paz en todo el mundo.

Viene a continuación determinar cúal puede ser la estrategia de actuación para llegar a conseguir ese propósito, y cómo concretarlo en actuaciones.

Y comenzamos a sondear cúal podía ser la receptividad que existía entre el tajido asociativo de plantear un proyecto de este tipo y de esta envergadura. Y nos encontramos con que la sensibilidad a un proyecto de este tipo, aún es mínima, y con que además se nos exige saber quiénes somos y cómo actuamos.

Consecuentemente con ello, definimos una estrategia a largo plazo, por fases, que nos posibilite:

  1. Contactar con el máximo de asociaciones culturales y poder establecer vínculos adecuados con ellas.
  2. Comenzar a realizar actividades, en coordinacioón con otras organizaciones que ya trabajan temas vinculados más o menos directamenete con el mundillo de la paz (prioritariamente OO.NN.GG.).
  3. Esta forma de actuación nos permite combinar al mismo tiempo la realizaqción de actividades de carácter cultural, pero que no están en la oferta general de actividades culturales, con el acercamiento a organizaciones que tienen mucho que enseñarnos y están dispuestas a compartirlo.
  4. Para ello, se seleccionan una serie de temas de absoluta actualidad, que afectan a la Paz en todo el mundo, y que están suscitando contínuos debates tanto a nivel oficial como no gubernamental. De esta forma, vamos constituyendo lo que será nuestra carta de presentación al ámbito de las asociaciones culturales en su momento.

Así, se configura el proyecto de Ateneo de Debate, asumiendo, además de los principios constitucionales de EFI de que nadie imparta lecciones magistrales, sino que suscite el debate general y la conclusión de opiniones particulares o compartidas (sistema, que hemos de decir sastifactoriamente, que es asumido con toda naturalidad por parte de las organizaciones y personas que han colaborado en el proyecto).

En línea, igualmente con los propios estatutos de EFI se configuran, además una serie de Talleres, que pretenden demostrar dentro de nuestra propia filosofía, que una de las formas de contribuir al cambio del sistema económico imperante (el capitalismo) para llegar a un sistema más justo de reparto de los recursos y de las riquezas, es realizar una serie de trabajos basados exclusivamente en nuestra aportación altruista, y no depender de medios económicos para poder realizarlos. La experiencia realizada en los talleres de encuadernación y de serigrafía hasta el momento, creo que así nos lo demuestra. Igualmente satisfactoria ha sido la contribución de cuantas personas han trabajado en ellos, con una alegre generosidad.

Nos planteamos, además dentro de lo que podíamos denominar primera fase de este Programa de Cultura para la Paz, la necesidad de ir estableciendo las bases para conseguir crear un Centro de Recursos que permitiera compartir todos los recursos (humanos, de estructura, de materiales, de documentación, etc., etc.), de que disponen todas las Asociaciones Culturales, creando una especie de fondo común al que cada una aportáramos de lo que disponemos y pudiéramos compartirlos entre todos y para todos, al mismo tiempo que rentabilizarlos socialmente poniéndolos a disposición de otros colectivos como pueden ser otros tipos de asociaciones, colegios, institutos, etc., etc.

Para ello comenzamos a plantearnos la idea de crear un Centro de Documentación especializado en los temas vinculados directamente con el ámbito de la Paz. Ya que no tenía sentido por una parte constituir una especie de biblioteca que duplicara las ya existentes al alcance de cualquiera, ni disponemos de medios para desbancarlas (lo que tamppco tiene sentido). Con este criterio, este Centro de Documentación está previsto trabajarlo para ya.

Por último, incluimos dentro de esta primera fase del proyecto, la cración de una Escuela para la Paz que permitiera ampliar el esquema del Ateneo de Debate al ámbito de otras asociaciones. Es decir, que pudiera configurarse una especie de temario a impartir por diferentes personas, que pudiera ofertarse a asociaciones y organizaciones, con el objetivo de, por una parte, sensibilizar sobre el tema de Cultura para la Paz e ir creando espectativa y demanda a su alrededor para llegar a trabajar conjuntamente. Por otra parte, ir estableciendo el sistema de que cada asociación u organización a las que se impartirá el curso, pasara a su vez a ser impartidora del mismo en los ámbitos que pudiera estar a su alcance (municipios, comarcas, etc., etc.), ya que el carácter de nuestras actividades no es exclusivista sino todo lo contrario.

Con todo ello, pretendemos cumplir el principio básico expuesto en lo que todos conocemos como Qué es:

Desde EFI dirigimos nuestro trabajo prioritariamente hacia las asociones y organizaciones que basadas en el entendimiento, la libertad, la justicia, la democracia, y el ejercicio de los derechos humanos, por lo tanto, la solidaridad, el respeto y la igualdad, que trabajen sin ningún tipo de limitación por ideologías en pro de un mundo mejor. Porque pensamos que solo la presión coordinada de las asociaciones y organizaciones cívicas sobre los gobiernos las organizaciones intergubernamentales y la adecuada colaboración con los mismos, posibilitarán la renovación de las instituciones y prestaciones sociales que las realidades presentes y futuras requieren. Siempre desde la perspecriva de una nueva ética: la ética de la paz.